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Urueña, cuestión de singularidad

Rutas Sagradas. Lugares míticos y mistéricos de España

La vallisoletana villa de Urueña recorta la silueta de sus murallas y de su castillo sobre las estribaciones de los Montes Torozos, asomándose a un amplio horizonte de tierras de cereal y pequeños pueblos que van rompiendo el paisaje y aportan notas de color a la llanura de la Tierra de Campos.

La ciudad, que conserva un curioso sabor medieval en el trazado urbano y está declarada Conjunto Histórico desde 1975, sufrió un gran incendio en el siglo XIX que destruyó numerosas casas, pero en la última mitad del siglo XX tuvo la suerte de contar con un gran musicólogo y etnógrafo, Joaquín Díaz, que se instaló allí, creó una fundación y, junto a otras personas, revitalizó Urueña. Hoy es una deliciosa villa, con interesantes museos y tiendas curiosas.

También está declarada Villa del Libro desde 2007, siendo la única de este tipo con que cuenta nuestro país. Se trata de un proyecto cultural, dirigido a quienes aman los libros y propuesto por la Diputación de Valladolid, que sigue los pasos de otras ciudades europeas. Repartidos por Urueña se encuentran librerías y establecimientos relacionados con los libros, con la compra-venta y con la artesanía, especialmente con libros antiguos, raros, viejos o descatalogados. Un centro más, relacionado con lo dicho, tiene la villa: el llamado «E-LEA Miguel Delibes», un espacio dedicado a la lectura, la escritura y sus aplicaciones, que realiza múltiples y diversas actividades culturales y educativas relacionadas con el libro y la escritura.


Su singularidad

Hagamos un pequeño repaso a lo dicho para entender el porqué de la singularidad de Urueña: esta pequeña ciudad, Conjunto Histórico-Artístico, tiene un interesante legado medieval en su trazado, murallas y restos del castillo; el visitante puede deleitarse con varios museos, entre los que destaca el Centro Etnográfico Joaquín Díaz y el Museo Luis Delgado de instrumentos del mundo; posee algunas buenas casonas nobiliarias; un imponente templo llamado Santa María del Azogue; es la única «Villa del libro» de toda España en donde se pueden encontrar varías librerías especializadas de enorme calidad y posee una gran vida cultural que para sí quisieran capitales de provincia; cuenta con interesantes leyendas y romances sobre su historia… Todo ello con una población de 200 habitantes.

Y, por si fuera poco, fuera de la muralla se levanta una auténtica maravilla arquitectónica: la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada. ¿Merece o no Urueña una visita? Dese una vuelta por el pueblo, sus calles, museos, librerías, tiendas… paseando por sus rincones cuesta creer que en España exista un pueblo así. Pero es real. Disfrutémoslo.


Historia y patrimonio

Dicen los investigadores que el nombre de Urueña procede de aquella época en la que los vacceos habitaban las tierras entre el Duero y el Esla, antes de la llegada de los romanos. La abundancia de agua en la zona es causa de los numerosos asentamientos que tiene el entorno, así como de la presencia de bosques y el establecimiento de varios monasterios extramuros, de los que quedan restos como la magnífica ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, templo que perteneció al monasterio de San Pedro y San Pablo de Cubillas. La iglesia, a los pies de Urueña, se levantó entre 1120 y 1150 sobre otra mozárabe y fue parte de un monasterio real. Está realizada en románico lombardo, posiblemente por el movimiento de personas que produjo el matrimonio de María Pérez Ansúrez, hija del conde Ansúrez, fundador de Valladolid, y Armengol V, conde de Urgel. Lo primero que destaca al llegar a la Anunciada es el imponente tamaño de lo que hoy es una ermita. La otra impresión notable es la que produce su potente presencia en la extensa llanura castellana del entorno. La construcción no deja indiferente, ni por fuera ni por dentro.


Nuestra Señora del Azogue

Otro punto importante de Urueña es el templo con la extraña advocación del azogue, hoy dedicado a la Asunción. El nombre deriva del árabe azog o azoque, palabra que utilizaron los mozárabes para «plaza de mercado», castellanizado como azogue. Sin querer entrar en controversia con lingüistas, no es menos cierto que la palabra azogue se utilizó en la alquimia para referirse al «mercurio de los filósofos» y todavía hoy se llama azogado a una persona envenenada con mercurio. La alquimia, precursora de nuestra química, basaba sus prácticas en tres elementos: azufre, mercurio (o azogue) y sal. Obviamente, estos nombres que hoy identificamos como sustancias reconocibles no eran las mismas a las que se referían los alquimistas. Sus razones eran las de guardar el secreto de sus trabajos. Sin embargo, sí sabemos que estos tres conceptos se referían a tres estados resultantes del efecto del fuego: el azufre se refería a la llama, el mercurio al humo y la sal a las cenizas o, dicho de otro modo, a lo mutable, a lo volátil y a lo fijo. Un punto de vista más para la bella iglesia gótico-renacentista.


Joaquín Díaz

Pero Urueña es mucho más que todo lo citado, pues tuvo la suerte de ver llegar un día a un musicólogo, Joaquín Díaz. Este hombre, además de ser un gran profesional y de contar con una impresionante voz, forjó una idea y luchó por ella hasta que otros lo apoyaron. Creó una fundación y recuperó, apoyado por la Diputación de Valladolid, la llamada Casona de la Mayorazga, un edificio de 1716 que perteneció a un lugareño que llegó a ser obispo. Su escudo de armas se puede ver en la fachada y luce el lema: «Las armas son del vencido, el campo del vencedor».

Desde 1985, la Casona es la sede de la Fundación Joaquín Díaz, una institución dedicada al estudio y difusión de la cultura tradicional, sobre todo, en la faceta relacionada con la música. En la Casona se puede ver una impresionante biblioteca dedicada al tema citado, que incluye un buen número de archivos de audio, vídeo y de fotografía, además de colecciones de instrumentos musicales, de coplas y de grabados. El lugar imparte cursos y conferencias, así como promueve exposiciones y conciertos. Cuenta con un Museo de Instrumentos Musicales, que recoge más de trescientos instrumentos de todas épocas. La fundación también tiene un original Museo de Campanas, salido de la colección de Manuel Quintana, un fundidor de Saldaña (Palencia).

Esther de Aragón

www.damadelsur.com

  • Ficha técnica de Rutas Sagradas
  • Título: Rutas Sagradas. Lugares Míticos y Mistéricos de España
  • Sebastián Vázquez y Esther de Aragón
  • Ed.: La Esfera de los Libros, Col. Palmyra. Madrid, 2015