MX-30, el primer eléctrico de Mazda, en septiembre
Mazda apuesta por la sensatez. Lejos de entrar en la carrera por la potencia eléctrica y de unas baterías grandes y muy caras para procurar una gran autonomía, el MX-30 es el coche idóneo para el uso cotidiano en desplazamientos urbanos e interurbanos. Si tenemos en cuenta que apenas recorremos 50 kilómetros para nuestros cometidos diarios, el primer eléctrico de la marca de Hirosima puede recorrer hasta 200 con una sola carga. Más adelante lanzará una variante de autonomía extendida con ese mismo electromotor más uno de combustión Wankel que servirá para cargar la batería. El sistema propulsión e-Skyactiv ofrece potencia máxima de 145 CV, una entrega de par máxima de 270,9 newtonmetro y tracción delantera. Cifra que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 9,7 segundos. La batería de iones de litio tiene una capacidad de 35,5 kWh. El sistema de propulsión e-Skyactiv se basa en una batería de iones de litio de 35,5 kWh. Con un consumo de 19 kWh/100 km y 0 g/km de emisiones CO2 (WLTP, ciclo combinado) , el Mazda MX-30 ofrece una autonomía de 200 km, muy por encima de los 48 kilómetros que los europeos conducen de media cada día. El sistema e-Skyactiv puede cargarse a ritmo normal, empleando corriente alterna con una potencia de hasta 6,6 kW, o con un cargador rápido de corriente continua. Es compatible con cargadores de corriente continua de 125 A según el estándar CHAdeMO o COMBO. La adopción del estándar más extendido permite recargar el Mazda MX-30 en cualquier estación de carga de la red. La batería del Mazda MX-30 puede cargarse del 20% al 80% en tres horas con corriente alterna o en 36 minutos con corriente continua. Mazda ha desarrollado un sistema propio de “pedal motor” para el MX-30, que reduce el tiempo de reacción del vehículo a la presión del pedal. Además, el equipo de sonido proporciona una acústica aural del estado de par del motor, que ayuda al conductor a controlar con más precisión la velocidad del vehículo de forma subconsciente. La combinación de todos estos sistemas da una mayor uniformidad a la respuesta del vehículo a las acciones del conductor. Las transiciones entre fuerzas G de aceleración y deceleración son más fluidas y se notan mejoras en la agilidad y en la estabilidad durante los virajes. Las tecnologías de ayuda a la conducción i-Activsense del MX-30 se han incrementado con una nueva funcionalidad del sistema de frenada de emergencia pre-impacto que evita colisiones en las intersecciones. También cuenta con la tecnología de asistente de mantenimiento en el carril, diseñada para ayudar al conductor en vías con bordillos u otros elementos visibles de delimitación de la calzada, incluso en ausencia de marcas de carril. Estéticamente el MX-30 es fiel al diseño de los SUVs de Mazda. Con unas dimensiones de 4,395 metros de largo, 1,795 de ancho y 1.555 de altura, tiene la particularidad de que sus puertas traseras se abren hacia atrás, tipo carruaje, un recurso que la marca utilizó en el deportivo RX-8. En el habitáculo, se ha trabajado en el uso de materiales sostenibles desde el punto de vista medioambiental. Por ejemplo, la consola central es de corcho y la tapicería es de símil piel, realizada a partir de fibra vegetal.