Se complica la venta de coches en España
Los mejores meses del verano, julio y agosto, han sido los peores para la industria del automóvil en España. En julio, tradicionalmente uno de los mejores meses del año para la venta de automóviles, solo se matricularon 116.686 unidades (-1%) y en agosto 74.490 (-30,8%).
Si a esto añadimos que las ventas a particulares, fundamentales para los concesionarios, siguen cayendo a un ritmo de doble dígito, al igual que en los meses anteriores, la situación se complica más todavía y entra en una etapa peligrosa.
En teoría, no hay ninguna razón de peso en el contexto económico que justifique estas cifras negativas, por lo que, según nuestra opinión, lo más urgente es constituir un Gobierno estable que no actúe con la ligereza que está actuando el de nuestro «querido» presidente en funciones, Pedro Sánchez.
Y hablando de Pedro Sánchez, les diremos su última gran actuación. A la hora de escribir este editorial nos enteramos de su última hazaña. Ha vuelto a prohibir, aunque solo por algunas horas, la venta de coches diésel y gasolina, para desdecirse más tarde. En la propuesta que remitió el PSOE a Podemos, decía que, a partir de 2040, se prohibía la venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono, excluidos los matriculados como vehículos históricos.
Esta prohibición a los vehículos de combustión ya se incluyó en un primer borrador elaborado por el anterior Ejecutivo de Sánchez, pero tuvo que ser eliminada del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima ante las críticas del sector del automóvil.
Como leerán nuestros lectores, el tema no tiene desperdicio.
Raúl del Hoyo