El coche eléctrico es imprescindible
La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha pedido al Gobierno la puesta en marcha ya de un plan cuyo objetivo no sea otro más que el de favorecer y estimular la compra de automóviles eléctricos y alternativos y «sea único para todo el país».
El programa, para un buen funcionamiento, debería estar dotado con al menos 300 millones de euros, con una duración al menos de dos años, ya que en Anfac ven muy difícil que este año se pueda activar el plan de ayuda a la compra de vehículos alternativos VEA.
Parece ser que ya hay fondos asignados en los Presupuestos Generales del Estado para ello, que serían de 50 millones de euros para la ayuda de compra de coches eléctricos y 16,6 millones de euros para ayudar al establecimiento de infraestructuras de recarga que, como comentamos en la páginas interiores, son imprescindibles en este momento.
Para entender que la petición de Anfac es una petición más que justificada, sólo basta ojear un poco qué están haciendo los países que tenemos en nuestro entorno. Francia, por ejemplo, lleva ya años potenciando un sistema que bonifica a los vehículos de bajas emisiones, a lo que hay que añadir otras ayudas como, por ejemplo, las que se llevan a cabo cuando se achatarra un vehículo; otro ejemplo es el Reino Unido, donde el pasado mes de julio han puesto en marcha un plan dotado con 1.500 millones de libras (1.723 millones de euros) tanto para comprar automóviles eléctricos como para potenciar las redes de carga.
Si comparamos estas cifras con los 74,5 millones de euros que España ha puesto en los últimos siete años para apoyo de los vehículos alternativos, la respuesta es más que evidente y así no conseguiremos, en lo más mínimo, reducir los niveles de contaminación. No conviene olvidar, en momento alguno, que España es, actualmente, el octavo productor mundial de automóviles y segundo europeo.
Raúl del Hoyo