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Renting de vehículos eléctricos, ¿es el momento?

Aspectos a favor y en contra

Es indudable que la industria automovilística marca pautas pioneras en los temas de innovación tecnológica. La llegada del coche eléctrico ha sido un gran salto hacia la disminución del efecto contaminante, pero, aún así, el despegue de los vehículos impulsados con motor eléctrico está siendo ralentizado por las necesidades de infraestructura necesarias para su recarga y una autonomía todavía limitada.

Y todo ello a pesar del esfuerzo que están poniendo las autoridades competentes en incentivar con ayuda la compra de estos vehículos cero emisiones. Pero los usuarios, como todo el mundo, tenemos respeto a lo desconocido y una inversión tan importante como un vehículo debe de tener en cuenta todos los parámetros conocidos para llevarla a cabo. Pues este mismo respeto se plasma a la hora de realizar un renting de un vehículo eléctrico.

Actualmente, el precio de un vehículo eléctrico es mayor que uno convencional, aunque como hemos comentado anteriormente, existen ayudas de las autoridades competentes que pueden abaratar el precio total, pues con la modificación realizada, ahora el beneficiario de esas ayudas será el propio usuario del vehículo; es decir, la empresa arrendadora, en lugar como anteriormente, que era el comprador del vehículo (el operador de renting).

Pero aún existen muchas incógnitas por despejar en esta ecuación, al no existir históricos de mantenimiento ni cómo se comportará la venta del vehículo en el mercado de segunda mano (valor residual). Establecer una cuota mensual de arrendamiento resulta una labor bastante complicada, pudiendo llegar a no ser competitiva en relación a la cuota mensual de un vehículo convencional. Tal vez, éste sea el motivo principal por la que los vehículos eléctricos en el mercado del renting aún no aportan un porcentaje importante.


Demasiado tiempo

Las empresas son los clientes potenciales de los operadores de renting y los vehículos contratados a través de este sistema deben, al menos, cumplir con las máximas para las que fueron contratados: cero problemas y máxima movilidad. Además, los contratos de renting, por lo general, suelen ser por un periodo de tiempo de 36/48 meses, tiempo demasiado largo para una tecnología que se mueve a gran velocidad, pues en un corto plazo de tiempo, el mercado puede lanzar coches con tecnología mucho más avanzada y más económica, y estas nuevas tecnologías no resultan muy compatibles con las viejas.

Aparte de la cuota mensual de renting, deberemos tener en cuenta otro punto de gran importancia, que es la recarga de los vehículos. Al menos una primera vez, necesitaremos instalar un punto de recarga homologado y con todas las garantías de seguridad necesaria para poder recargar la batería de nuestros vehículos, ya sea en las instalaciones de nuestra empresa o en el domicilio particular del usuario, y esto es debido a la falta de puntos de recargas y supone un grave inconveniente si queremos tener movilidad 100% de nuestros vehículos. Esto implicará que deberemos construir la infraestructura interna necesaria para que nuestra flota no se encuentre con un problema de movilidad.


Y la movilidad es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta si la decisión final es el vehículo eléctrico. Por eso, deberemos considerar cuánto tiempo utilizamos realmente el vehículo, porque con la tecnología actual, deberemos cambiar nuestra mentalidad y pasar de tener un vehículo aparcado listo para conducirlo a tenerlo cuando realmente lo necesitemos que, aunque parezca lo mismo, no lo es, porque en el segundo caso tendremos previsión de tiempo para realizar la recarga del vehículo y podremos realizar nuestro viaje con total normalidad.

Ventajas

Pero no son todo problemas. Evidentemente, si nos decidimos por realizar un contrato de renting de un vehículo eléctrico, principalmente será por dos motivos principales: el consumo y la imagen de empresa.

Bien es cierto que este tipo de vehículo gozan de ventajas en temas como puede ser la entrada y aparcamiento en las grandes ciudades y la exención de impuestos tributarios. Pero, desde nuestro punto de vista, la gran ventaja es el consumo de este tipo de vehículos. Según un estudio, mientras que un vehículo convencional realiza un consumo de 45-50 kW/h, traducido a términos de energía, un vehículo eléctrico tiene un consumo energético de 12-15 kW/h, implicando una diferencia considerable como se puede apreciar. Traducido a coste, implicaría que un vehículo con motor convencional, con un consumo medio de 6 litros/100 km, estaría costando alrededor de 6.60 € (precio del combustible a 1,10 €), mientras que un vehículo eléctrico estaría soportando un coste aproximado de 2,25 €/100 km, lo que representa un ahorro estimado del 66%.


Pero no es sólo eso, la eficiencia de los motores convencionales está muy por debajo de los motores eléctricos, mientras que el primero desarrolla una eficiencia cercana al 25%, el vehículo eléctrico puede llegar a alcanzar una eficiencia del 95%, lo que se traduce nuevamente en un mejor comportamiento de consumo y, por supuesto, de los costes.

Además, el mantenimiento de los vehículos eléctricos es menos complicado que los vehículos con motor convencional, ya no nos tendremos que ocupar de los cambios de aceite, de los filtros, de las revisiones periódicas, etcétera, con lo que ese coste ya no existe para nuestro vehículo eléctrico. Pero sí existe un coste que hay que tener muy en cuenta, el cambio de la batería eléctrica. Aún no se sabe con certeza cuál es la vida útil de estas baterías, pero podría suponer un coste extra durante la vida de uso del vehículo, por lo que nuestro contrato de renting debería contemplar, al menos, un cambio de la batería.

Por supuesto, el cambio de los neumáticos seguirá siendo necesario y deberán ser cambiado según las especificaciones del fabricante, de igual forma que un vehículo con motor convencional.


Acto de fe

Si la decisión de nuestra empresa ha sido realizar un contrato de renting de vehículos eléctricos, deberemos hacer, sí o sí, un estudio con todas las posibilidades que ofrece el mercado, teniendo en consideración todos los puntos mencionados anteriormente y analizar los pros y los contras con detenimiento, para no tomar una decisión acelerada que pudiera condicionar los tres o cuatro próximos años.

El mercado del renting en los vehículos eléctricos aún se encuentra en un estado muy joven y las incertidumbres que crea en el arrendador son muy elevadas. Todos sabemos que la incertidumbre hace subir el precio de un producto; por este motivo, debemos analizar con detenimiento todas las posibilidades que nos ofrecen y se recomienda apoyarse en especialistas que nos analicen las diferentes opciones disponibles.

Es evidente que los coches eléctricos, representan el futuro y, como tal, tiene que llegar. Las empresas son conscientes que los vehículos eléctricos pueden aportar una reducción en sus costes pero, al mismo tiempo, también son conscientes que la falta de infraestructuras y el tiempo de recarga de las baterías son condicionantes negativos a la hora de decidirse por el vehículo eléctrico. Por todos estos motivos, realizar un contrato de renting de vehículos eléctricos con la situación actual, puede ser todo un «acto de fe», pues la rentabilidad de esta operación pudiera resultar bastante incierta.


No cabe duda, que el impulso tecnológico y social hará en un futuro, no muy lejano, la realidad de cumplir el sueño de evolucionar hacia un cambio de modelo energético que no esté basado únicamente en el petróleo, consiguiendo al mismo tiempo un mundo menos contaminado. Hasta que ese momento llegue, deberemos trabajar duro para romper esas barreras que dificultan su evolución, y aquí es donde las autoridades competentes deben redoblar sus esfuerzos, para conseguir nuevamente núcleos urbanos más eficientes, ecológicos y menos contaminantes que consigan elevar el nivel de vida de sus ciudadanos.

Las nuevas tendencias, el comportamiento evolutivo y la actualidad del mercado del sector del automóvil son algunos de los puntos a tener en cuenta dentro de la actividad de Iberofleeting, como empresa especializada en la gestión de la flota de vehículos. Tener un conocimiento de la situación actual y sus líneas de comportamiento futuro puede ayudar de forma muy positiva a tomar las decisiones que necesita una empresa para su desarrollo y cumplimiento de objetivos. Desde Iberofleeting, esto es lo que llamamos el concepto Fleeting.

Florencio Martínez

Director de Estrategia y Control

www.iberofleeting.es